Un sueño me acurruca en la sombra

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Un sueño me acurruca en la sombra
pero ¡oh! cruel madrugada
sucedió lo que siempre sucede
de súbito desperté, oyendo
los gritos sedientos de la noche
ebria de temor, de estruendo
la oscuridad atemoriza
cuando en mi mente coloco estos temas
de tu imagen de hombre

las grises levitas míticas / desviven
porque mi sueño se logre callar
y en vez de balancear intacto y dudoso
el grisáceo color de tu lienzo de letras,

historias devotas
experimentos y mentes rotas
que se expliquen, se encrespen
se van en busca de cascos de cobre

enigma, despiste, demora / lo noble
que vaya mitigando el dolor de ser

el contra punto casi incesante

de la piel alfombrada de placer

o la angustia que desprende tu anonimato
que asesine la algarabía que nace perfecta
y se mezcla en tus múltiple tonos de voz
en tu risa baluarte de hijo
en tus vastos ejemplos de hermano

y en aquello que más extraño
mi chamán, ayer clandestino
mi diamante implacable
mi sustancia de la que estoy hecha
que no sé donde estás
sí en mi cuerpo
sí en el vapor de la ciudad
o en las energías del espanto

o lo que es lo mismo
en el dolor que se transmite
en una música, un rumor

o un símbolo
que me haga saber a donde va…
o en donde está el meticuloso mapa
de todos sus sueños

de todas sus catacumbas
de todas sus palabras...

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