lunes, agosto 28, 2006

Un virtuoso del ateismo místico




He decidido colgar este post, para evidenciar con claridad los resultados que pueden llegar a provocarse cuando un ser accede al PODER y su conciencia esta presa de una mentalidad materialista atea lo cual contrastante con lo que sería el accionar y la obra de una persona con una creencia sincera y diáfana en un ser supremo o Dios universal, como es el caso de madre Teresa de Calcuta.

La fe en un ser espiritual Absoluto que mora en la totalidad del universo, tal como creencia yo la llamo diosismo, porque no es una religión que impliqué vestir hábitos o estar sujetos a una jerarquía o una practica religiosa sacerdotal ni tampoco necesariamente de fiel parroquiano o feligrés, sino únicamente como una postura y una actitud ante la vida.

Para graficar esto de una mejor manera transcribo aquí un artículo que habla de el terror impuesto por un ateo militante que jamás tuvo un asomo de humanidad en sus entrañas, y bajo cuyas ordenes se quiso imponer un estilo de vida, imponiéndolo con odio, con saña, con prepotencia, a sangre y fuego, me refiero al primer ex-ministro de Camboya en los años 75-79 que provocó una de las matanzas y exterminio en masa más grandes de la historia sufrida por un pueblo a manos de alguien del mismo pueblo.

Saloth Sar (1928-1998): político camboyano conocido como POL POT. Después de estudiar en Francia (1949-53), se hizo militante comunista y, años más tarde, secretario general del Partido Comunista Khmer (1962). Jefe de las operaciones militares durante la guerra civil camboyana (1970-75), con la toma del poder por los khmers rojos (1975), asumió el cargo de primer ministro (1976), desde donde impuso a Kampuchea (Camboya) un régimen de terror de corte maoista. Fue derrocado por los vietnamitas (1979) y volvió a la guerra de guerrillas contra el invasor. En 1985 dimitió como comandante en jefe de los khmers.



Entre 1976-79 se producen purgas y grandes masacres que ocasionan el genocidio de cerca de 2 millones de personas. Cuando la toma del poder en 1975, la capital Phnom Penh es desalojada íntegramente, igual que otras ciudades que fueron evacuadas y miles de personas deportadas al campo. Se ruralizó a la casi totalidad de la población y se la clasificó según su origen social, profesional... A los deportados se les despojaba de sus bienes, y se encontraban con un nuevo régimen de vida donde había desaparecido totalmente la enseñanza, la libertad de desplazamiento, el comercio lícito, la medicina, las creencias, la escritura... Por contra, se les imponían estrictas normas indumentarias y de comportamiento (prohibido el afecto, las emociones...)

Había que obedecer de forma ciega a las consignas, asistir a las interminables reuniones de adoctrinamiento, de autocrítica... Herramientas rudimentarias para trabajar, raciones alimenticias siempre insuficientes. La invalidez era sinónimo de ejecución. Las jornadas de trabajo de la población esclavizada duraban por regla general once o doce horas; las jornadas de descanso se producían generalmente cada diez días, y estaban ocupadas por interminables mítines políticos. El hambre fue utilizada para someter mejor a servidumbre: seres debilitados, sufrían menos tentaciones de fuga, aceptaban mejor los desplazamientos forzosos; se lograba el rompimiento de la solidaridad interindividual. El hambre generalizada favoreció las enfermedades. Y el canibalismo. Pero no sólo el practicado por quienes buscaban satisfacer su hambre sino también por sus verdugos, los khmers rojos, que comían vísceras de sus víctimas.

La muerte violenta era cotidiana bajo Pol Pot. En las prisiones las condiciones eran infrahumanas y la tortura era moneda común. Los delitos castigados severamente o con la muerte eran el robo, las visitas clandestinas a la familia, las relaciones sexuales extramatrimoniales, el alcohol, la insumición, no cumplir con la tarea asignada... La pena capital se ejecutaba mediante el fusilamiento, el aplastamiento del cráneo con herramientas, la horca, la asfixia, la degollación, el apaleamiento, el fuego (enterramiento hasta el pecho en una fosa llena de brasas, incineración de cabezas con petróleo...)

¿Qué Salió Mal en el Régimen de Pol Pot?

A tal extremo llegaría la barbarie que los mismo comunistas de Vietnam decidieron poner fin al regimen genocida de pol pot

En abril de 1975, dos semanas antes de la caída de Saigón en Vietnam, un ejército de andrajosos, delgados y muy jóvenes campesinos y campesinas, derrotaron al gobierno respaldado por los yanquis en el vecino país de Camboya. En enero de 1979, 44 meses más tarde, soldados vietnamitas invadieron y quitaron del Poder a este nuevo régimen.
¿Por qué sería que tomaron esta determincación?


Lo que más nos conmovía era el destino de veinte niños pequeños, sobre todo los de gente deportadas después del 17 de abril de 1975. Aquellos niños habían robado porque tenían demasiada hambre. Les habían detenido no para castigarlos sino para ejecutarlos de una manera muy salvaje: los guardianes de la prisión los golpeaban o les daban patadas hasta que morían; los convertían en juguetes vivos atándolos por los pies, colgándolos del techo, balanceándolos, luego trataban de pararlos a patadas; cerca de la cárcel había una marisma, los verdugos arrojaban en ella a los pequeños prisioneros, los hundían con los pies y, cuando aquellos desdichados estaban dominados por las convulsiones, dejaban que emergiese su cabeza y luego empezaban a hundirlos otra vez en el agua."
(Testimonio de un antiguo funcionario)

"Al acabar el día, una noche unos soldados van a buscaros para un "interrogatorio", para "estudiar" o para la vieja "prestación de leña". A menudo, les atan los codos a la espalda, y nada más. A veces, luego encuentran un cadáver en el bosque, sin enterrar -tal vez para inspirar más terror todavía-, pero no siempre se le puede identificar. Hoy conocemos la existencia de muchísimos osarios, diseminados por la campiña camboyana. En ocasiones se ponía en práctica la siniestra amenaza constantemente repetida por los khmers rojos de ir a servir de "fertilizante para nuestros arrozales". Se mataba sin cesar a hombres y mujeres para hacer abono con ellos. Los enterraban en fosas comunes que eran omnipresentes en todos los campos de cultivo, sobre todo en los de mandioca."
(Testimonios de los ex-deportados Pin Yathay y Ken Khun)

"En la Kampuchea democrática, bajo el régimen glorioso de Angkar, debemos pensar en el futuro. El pasado está enterrado (...) No tenemos necesidad de la tecnología de los capitalistas, ¡nada de nada! En el nuevo sistema, ya no hay necesidad de enviar a los niños a la escuela. Nuestra escuela es el campo. La tierra es nuestro papel, el arado nuestra pluma: ¡escribiremos trabajando! Los certificados y los exámenes son inútiles: aprended a arar y a excavar canales: ¡esos son vuestros nuevos diplomas! Y los médicos, ¡tampoco necesitamos ya a los médicos! Si alguien los necesita, que le arranquen los intestinos.
(...) ¡Tampoco tenemos necesidad de profesiones capitalistas como los ingenieros o los profesores! No necesitamos maestros de escuela para decirnos lo que hay que hacer; todos están corrompidos. Sólo necesitamos gentes que quieran trabajar duro en los campos. Sin embargo, camaradas..., hay quienes rechazan el trabajo y el sacrificio..."
(Discurso de un mando khmer rojo, 1975)

BIBLIOGRAFÍA

- AA.VV. "El libro negro del comunismo". Madrid: Planeta-Espasa, 1998
- Romero,V. "Pol Pot, el último verdugo". Barcelona: Planeta, 1998.

VIDEOGRAFÍA

- "Kampuchea, la historia jamás contada".

LARGOMETRAJES
- "Los campos de la muerte" ("The Killings Fields"; R.Joffé, 1984)