a Jacko Parnasso
... llama, me interroga... le atisbo
con las hordas salvajes de mis deseos
le espero desnuda en la cama
Gemónides, mensajero sin alma
fortín del amor y de los sueños
ángel manuscrito en mis alegrías
no juegues a tatuarte en el techo de mis deleites
ni a tatuarme ilusiones
sí vas a tatuarte o a tatuarme
hazlo con el fuego de tu corazón,
para ello tienes toda la extensión
de mi muslo a tu disposición
me agrada discernir e imaginar
que te quedas entre dormido y despierto,
acechando el misterio de lo desconocido
taladrando la tormenta de estandartes
o cuando superpuesto a mi amor
divagas y meces tu mente
en columpios de intemperie
en el silencio apacible de la noche
sigiloso
perceptible
evocador
y desde ese rincón te encuentras conmigo
y me das tu mensaje de suspiros
en un silencio propio para nacer
o quizá morir...
.