martes, abril 19, 2011

Desconstruyendo murallas

.


instintivamente te inclinas sobre tu eje contextual
retiras lo suficiente las sábanas bermellón de la cama
apenas lo necesario para sentarte en la línea del borde
tus tetas caen pesadamente a plomo

te apoyas de codos en las rodillas, entre el hueco 
de las manos encajas la barbilla
como un tronco inanimado, por un instante es delicia
pero tanta presión te hace mella
y sobre la nívea piel se te quedan las marquitas rosáceas en los muslos

la exclusa esta levantada pero aún no te has preguntado 
a que concreción espiritual has llegado
ni si tienes vigente tu rechazo a la coacción y a la mediocridad
no te preguntas sobre el hambre ni qué hora es 
para deshacerte de las huellas de la tragedia

sientes el cuerpo lleno de desaires como blandas blasfemias 
de irónicas anécdotas
¿y porqué no? 
de esperanzas melificas que las endulzan

pero al mismo tiempo sientes una resaca 
que te extrae decamerones por la boca 
y la lengua delicada y flexible, va excitándote 
hasta tal punto, que te empuja a gravitar hacia él...

traspasando tu garganta la pasión de todos los soles y todos los tiempos
conquistando el gozo feroz que se detiene a mitad de los senos erectos

La piel pasa a ser testigo de tu súbito erotismo, dentro del cáliz
sentís como una invitación que resbala desparramado el agridulce sabor 
de Damián.

Ahí te acuerdas que alhamí, aparte de entregarte un festín de besos,
y soltarte un diluvio de riveras, de vientos felices y virtuosos
también te cubre de literaturas, olas de miradas y piel de redobles
el viste los arcoíris y de algún modo trabaja contigo desconstruyendo murallas

a veces luces muy parca con el asunto de los hombres, pero ante su aureola 
de pasión sueles hacer un mohín. Estiras la boca apretujada con los labios hacia un lado y sin más, sueltas un desafiante gesto de incredulidad... 
Así: ¡uummm!

miras las armas forjadas para tus manos, los senos, el trasero, los pies
las piernas, el vientre… y muchos etceteras
jajaja, desde luego a ti no te asusta... 
pero es escalofriante el arsenal que tienes a tu disposición

.