lunes, septiembre 25, 2006

El ángel exterminador II Parte

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El ángel exterminador II

Segunda parte.

A lo largo de mis días por la esfera de los blogs he tenido grandes experiencias. Y caminando por los derroteros de la vida, he tropezado con toda clase de seres, algunos mansamente fieros marcados con amplias cicatrices, otros luminosos, puros e intuitivos, pero al ir andando he penetrado en bosque prohibidos por donde comienza a reinar la oscuridad agnostica extrema o la sordidez de la más negra metafísica y sus pretensiones infernales, he tropezado con despersonalizados seres, con buitres injuriosos, gendarmes camaleones, camuflados terodáctilos, astutas culebras, babosas impúdicas, vampiros sectarios, dinosaurios fosilizados, lagartos codiciosos, absorbentes pulpos, centauros ficticios, con fanáticos ciegos y sordos que yo llamo “neo-estafadores” verdaderos bichos humanoídes preocupados por el bien suyo y el mal de muchos.

Mas yo sediciosa soy una investigadora del “mal y del bien” y del mundo secreto de su ciencia maldita. Estoy rodeada de su mundo de pesadillas y miedos comercializados, con inmundos pantanos petrolíferos, cavernas de influencias, sótanos de carteles, oscuros lavados, sociedad maloliente y oro en aguas nauseabundas. Es una miseria deshumanizada, de principios fraudulentos, de valores invertidos, contrastante con el seudo feliz y alegre mundo de jolgorios que prevalece en el corazón del imperio.

Así estoy rebelándome con ansiosa locura en una realidad metafísica de sueños y fangos humanos, que terminan en una asombrosa lucidez que solo precede a la muerte. He sido despierta a una realidad que, siempre se pregunta si es verdadera, la que interpreto a la luz de recuerdos y sueños, de experimentos lúdicos, de profundas reflexiones físicas, síquicas y científicas.

Así me revelo pensando en él, como ángel exterminador de personajes falaces y ficticios. Así volvemos a la contradicción entre la libertad y esclavitud. Y así voy remontando con ansiosa locura esta cuestionada modernidad ¿hasta donde la modernidad, de la que se dice estamos saliendo, ha sido victima de esa contradicción de los griegos, aún no resuelta, entre el espíritu dionisiaco y el espíritu socrático?

Dyonisios es la libertad “absoluta”, la pasión desbordada, la voluntad sin límites, la fuerza sin contención. Sócrates es la razón, el cálculo, la ciencia, la mesura; posiblemente, método de auto disciplina del propio Sócrates para ahogar sus pasiones, pues de él se decía que, se reflejaban en su rostro todos los vicios.

En la historia contemporánea, del exceso dionisíaco (lo dionisiaco en su más estricto sentido es siempre un exceso) surgió el irracionalismo y el nazi-fascismo; del exceso socrático, el extremismo racionalista y sus desviaciones relativistas: la divinización de la razón, el empleo de la ciencia como "método de dominación", la dictadura de izquierda y derecha, y la mutilación de la vida con todo lo que ella encierra en su rica heterogeneidad: pasión, amor, sueños, utopías…

El culto a la razón fría y calculadora, ha terminado siendo el más depurado culto a la ciencia del bien y del mal, un sectario culto a la ideología, un fanático culto a la personalidad del ideólogo, del caudillo, del Partido, del Estado; o bien, por otra parte, la divinización del capitalismo materialista, del mercado, del valor de la moneda, del lucro, de la acumulación y la riqueza excesiva.

Ni solo Dyonisios, orgiástico y desenfrenado ni solo Sócrates, “el nuevo demonio, el nosferatu moderno que no comprende la tragedia y la desprecia”. La nueva síntesis sería la vieja síntesis nunca antes lograda desde el tiempo de la edad de oro de los griegos hasta nuestros días.

¿no es este el momento oportuno para buscar la síntesis entre vida, (léase amor), razón y ética? ¿No es la ocasión para restaurar el ser escindido y redimir la conciencia desgarrada por el acero de la hipocresía y lo fatuo?

La fundamentación de una nueva filosofía de un mundo occidentalizado que penetra hasta en el corazón de oriente, podrá encontrarse en el equilibrio complementario de distintas corrientes filosóficas, por lo menos en parte, en la filosofía de Confucio que integra la razón a la ética y los principios metafísicos de la kábbalah, gnosis que explica la naturaleza simultánea del mundo físico y espiritual como un todo. Con ello se le da un valor esencial tanto a la ética como a lo espiritual en su condición de sujeto, como de lo material que, en su función se le subordina en su posición de objeto, sin otro valor moral que, el juicio del bien mutuo, del bien común.

Y en cuanto a la otra ruptura, la que se opera entre “la ciencia del bien y del mal” y el "amor", entre razón y vida, entre lógica e instinto, entre consciente y subconsciente, quizá la apasionada y lúcida defensa de la vida y la libertad que hace Nietzsche en toda su obra, puede ser un referente válido para incorporarla debidamente modulada, a esa nueva síntesis que exige nuestro tiempo y que reclama la integración de esos tres elementos imprescindibles para fundar la nueva filosofía: VIDA, ÉTICA Y RAZÓN conjugadas. Mientras tanto yo sigo con mi espada flamígera a través de esta ventanilla mirando el gran mar, a la espera de un sinnúmero de bichos fantasmagóricos, auto contradictorios, que mi palabra ardiente e implacable hará cenizas con su filo filosófico.

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Natinat